jueves, 28 de noviembre de 2019

Un Castillo en el Cielo, valor, valentía y convivencia


Por Yolanda Milena Soto

Esta historia del Studio Ghibi, dirigida por Hayao Miyazaki, es protagonizada por dos niños huérfanos, de diez años de edad, que se conocen en circunstancias adversas, formando así un lazo inseparable. La amistad se pone a prueba todo el tiempo, pues los sacrificios que cada uno hará por el otro les demostrará el gran afecto que se tienen. 



La película relata la historia de una niña llamada Sheeta que viaja en un dirigible secuestrada por militares. Cuando un grupo de piratas dirigidos por una mujer mayor los ataca, Sheeta aprovecha para escapar pues quieren quitarle la piedra que lleva colgando del cuello, pero cae de la aeronave. El poder del collar le salva la vida y cae inconsciente en una mina de plata y estaño donde conoce a Pazu, un niño de su misma edad quién la ayudará a escapar.



Pazu le habla de su padre y de una foto que tiene colgada en la pared, donde se ve un castillo en el cielo llamado Laputa, que es el lugar a donde él planea ir con el avión que está construyendo, para demostrar que su padre no estaba equivocado. Son encontrados por los piratas llamados El Clan de Dola, y huyen para no ser atrapados, son ayudados por los mineros, pero los militares también los encuentran y eventualmente atrapan a la niña. 



Sheeta, le revela a Pazu que su verdadero nombre es Lucita Laputo, la heredera al trono del Castillo en el Cielo y es la única que puede usar el poder de la piedra para hallar el castillo, así que los militares la usan para llegar a él. Mientras tanto, Pazu se alía con El Clan de Dola para recatarla y llega al castillo, donde descubre las verdaderas cualidades del lugar y los propósitos siniestros que tiene los militares para ella.




En el contexto escolar esta película puede ser propuesta para trabajar con los niños entre los 8 y 12 años, porque rescata el valor y la valentía de sus personajes por cumplir sus propósitos, así mismo, el poder de la amistad que, pese a las diferencias sociales y culturales, puede unirnos y hacernos más fuertes. Además, al ser protagonizada por niños, que tienen el poder y la fuerza de luchar contra las adversidades, puede ser un tema crucial de trabajo escolar, en temas como la solidaridad, el trabajo en equipo y el compañerismo, valores fundamentales en la sana convivencia.

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